sábado, 14 de marzo de 2009

CENTRO DE HISTORIA DE GRANADA

Granada tiene más 200 años de existencia oficial, tiene dos centurias con historia, y bien sabemos que la historia es el alma de un pueblo. Nosotros como centro de historia de Granada, tenemos una responsabilidad gigante con el propio pueblo, tenemos que hacer un puente entre el pasado y el presente, para poder concretar una identidad común, esa realidad de lo que somos y de lo que hemos logrado juntos. Para eso necesitamos conocernos como un pueblo unido, esa herencia del recuerdo que nos hace transformar nuestro oscuro pasado reciente (que no se puede olvidar) en un presente prospero, construir a Granada, desde su centro de historia, en un monumento al patrimonio, a la memoria y a la cultura.

Por eso nuestro deber es revisar el pasado y por ende la historia, apoyado desde un supuesto futurista, construir nuevos referentes históricos, disfrutando de la riqueza de la tradición Granadina, esa heráldica patrimonial que se debe apoderar de nuestra forma de vida, y así lograr concretar una verdadera herencia, una tradición, sumado todos los intereses consolidados, eso construirá una permanencia de la historia en la conciencia y las almas de los granadinos y sus vecinos.

Ahora bien, el patrimonio es la esencia de toda historia, es la marca que nos deja el pasado para que no nos olvidemos de él, es la herencia, es un proceso donde hay una tendencia de permanencia a largo plazo, ese legado de vivir bien, de transformación; insisto en la herencia como una fuente inagotable de cultura, donde se puede expandir, los monumentos son maestros que no hablan, pero que enseñan la grandeza de nuestras raíces, es una realidad creativa donde nosotros debemos aprovecharla y desarrollarla, consolidándola como un elemento de reconocimiento popular y de identidad, para conocer, aprovechar y expandir la tradición y la historia elemental.

La memoria es un problema para comprender desde lo patrimonial, como algo que se ha transmitido a lo largo de nuestra historia. La memoria es una facultad plena del ser humano, permite recordar y revivir lo adquirido en algún momento, se aprende de ella y se conserva los hechos y cosas que dejaron recuerdos, permitiendo evolución social. No es plena ni automática, es un mecanismo que tiende a seleccionar los hechos más o menos evidentes, no es obvia ni objetiva, es un elemento psicológico netamente individual y colectivo, tomando con la afectividad, con la posición en pro del futuro. No es afrontarla a un elemento filosófico, puesto que también puede ser física, que puede matizar en el qué hacer del humano. La memoria es la función que induce el pasado para transmitir y proporcionar el futuro, pero también hay un enemigo al acecho de este elemento, El Olvido, que es un tema fundamental de los asuntos sociales, aun siendo un hecho netamente individual. Por eso hay que luchar para que el olvido no sea parte de nuestro qué hacer cotidiano, y por eso estamos como gladiadores de la historia, de nuestra historia y nuestra identidad. Pero ¿qué es la identidad? Es la pregunta por esencia, empieza a ser un problema desde lo antropológico, en tanto esta se diluye con la práctica, patrocinando por los intereses propios y colectivos, y la adaptación de un mundo global, informado, productivo y migratorio. Pero hay que exaltar la identidad particular de cada región, la de nosotros como Granadinos que somos alma de oriente, genera una preocupación de generalización de la propia identidad, la propia particularización de los grupos humanos… Qué es lo que nos hace diferentes o idénticos…

El centro de Historia de Granada busca el reconocimiento profundo y lógico que garantice la veracidad de la historia y la cultura del pueblo, cómo símbolo de una comunidad, conocimiento y esencialmente lo que es el objeto o el elemento que se está pretendiendo estudiar, y no caer en el facilismo de historia superflua. Educar la historia para la sociedad, enseñara los conceptos históricos para proponer una objetividad en el pueblo. Todo esto se asocia a los ritos necesarios o ese mágico mundo costumbrista de Granada, para llevar al elemento histórico y que los foráneos entiendan el concepto de lo que es la historia de Granada. Por eso hay que darle sentido a todos los estudios que se han hecho de Granada, para que tenga más que un estudio académico, un estudio práctico de la historia; es que la historia es más que hechos pasados, insisto, es la base de nuestra identidad, por eso hay que consumarlo en todos los procesos de enseñanza social propia y extranjera.

Entonces tenemos que darle un uso socialmente responsable, siendo este un elemento de construcción y consolidación ciudadana. La historia da la posibilidad de pensarla y es la esencia de toda comunidad. Por eso nuestro objetivo es un desafío intelectual, que tiene que confrontarse a un hecho de vida y cultura social, y dándole al patrimonio las raíces de la cultura, que sostiene una creación de sentido de pertenencia en nuestros pueblos

Para terminar, es justo hablar de nuestra cultura, aunque es un tema amplio y complejo por la diversidad de interpretaciones, pero podemos darle la base para estas glosas, nuestra cultura es una basta extensión de expresiones y formas que nos hacen personas oriundas de algún espacio geográfico específico. Es la expresión de estas formas de vida, un conjunto de manifestaciones que nos permiten organizarnos por ritos y actuaciones. Por eso nuestro objetivo principal, cómo centro de historia, ese el rescate a nuestra memoria del olvido, generar patrimonio y proporcionar cultura, para que todos los discursos habidos y por haber se hagan realidad, y no queden cómo letras tristes y malheridas (cómo dice Mario Benedetti), sino que sean los arquitectos de nuestras raíces y nuestro futuro.

RAUL VÉLEZ TAMAYO
Politólogo
Miembro numerario Centro de Historia de Granada

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