lunes, 16 de agosto de 2010

HISTORIA DE GRANADA

Raúl Vélez
Politólogo



Para empezar a desglosar la historia, hay que entablar una tertulia concienzuda con la bibliografía que circulan en los archivos que enmarcan la existencia legal de algún acontecimiento o evento que pueda trascender y cambiar el rumbo del destino de los elementos sociales o políticos. Por eso contemplar la posibilidad de descubrir la historia de Granada es un hecho que puede generar polémica, intentar deducir la verdad cronológica de nuestra procedencia puede cambiar el orden intrínsico de nuestra lógica como pueblo ya constituido; pero es importante contemplar una revisión a nuestra historia para poder descubrir la identidad racional de un pueblo que ha vivido con una genealogía que puede mentir en cuanto su nacimiento.



Es por eso que se necesita reformar nuestro pasado, intentar revivir los conceptos que han quedado vagos y que no se han aclarado, como la llegada a los predios de Vahos los primeros pobladores, la institución de la primera junta de desarrollo, la creación de la primera capilla, el surgimiento del nuevo pueblo. Todo esto esta en un limbo teórico que puede reformar en cierta medida todo el marco histórico que tenemos. Lo que se celebró el 31 de enero de 1807 fue la primera misa, más no la construcción de un espacio urbano que se podría haber catalogado como caserío, es por eso se necesita hacer una verdadera historiología de lo que es Granada como un pueblo que tiene dos centenarios, puede tener más, o en términos jurídicos puede tener menos. Hay que hacer un verdadero cronograma de hechos que trascienden el tiempo, como la consagración de curato, o la llegada del primer sacerdote, que para la tradición del pueblo es sumamente importante, porque de ahí es donde sale todo ese cuento magnifico de granada con 200 años de edad.



La historia es partera de nuestro futuro, es un elemento que hace que las cosas tengan sentido, es la que nos muestra como una constitución cuerda, seria y real. Entablar una historia desde la tradición oral puede ser nocivo para nuestros intereses como pueblo, todo elemento que sea respetable o que tenga un sentido de lógica social tienen que tener historia, pero una historia real, que pueda ser corroborada por las instancias superiores, por el mismo tiempo. En la historia oficial del pueblo quedan omitidos personas ilustres que fomentaron la creación formal del pueblo. Construir una literatura conforme a la tradición, si son 200 años debería ser un libro más que costumbrista, un libro que pueda ser leído y que sea acorde en la consuetudinaria remesa de los adoquines Antioqueños, que sea un libro erudito, con un piso teórico firme y que tenga una conciente pedagogía reconstructiva de la historia.



Lo que se puede saber del pueblo se resume en unos pocos renglones, inclusive la historia oficial que presenta el Municipio es muy poca para tantos años que tiene, es que la historia es más que el surgimiento de un mundo, es la coherente aglutinación de momentos que han dado una continuidad formal de ese espacio llamado sociedad, que han engendrado un lugar urbano donde subsisten como tal.



El respetar el pasado, es restituir un paradigma complejo que forma un debate entre la historia y la costumbre. La costumbre es parte de la historia, pero la historia es la que nos muestra la realidad práctica de lo que sucedió. Por necesidad es prudente conseguir un escenario donde este debate entre la historia y la costumbre de por resultado una objetividad de términos que introduzca la únicas circunstancias del nacimiento de Granada. Para eso se necesita un conjunto de ideas y de conceptos que puedan organizar la informalidad de la historia que circunda a Granada. Lo que se conoce está en las destrezas y elementos que se entienden como lo que sucedió para que surgiera el pueblo.



No quiere decir que la historia que se conoce actualmente de Granada es falsa, sino que sustenta muy ínfimamente la construcción de la Granada que conocemos actualmente; arqueológicamente es difícil conocer los ayuntamientos y edificios públicos que sirvieron como base para constituir el urbanismo típico del pueblo, edificios como el cementerio, la primera capilla que no estaba donde esta el actual templo filial, o un emblema donde se retome la veracidad de la primera casa construida en Vahos. Para eso esta el debate de la historia de Granada, porque no tenemos la dicha de entrometernos en el pasado, no hemos deducido con claridad el oscurantismo anacrónico que estamos, en claridad todavía no sabemos con claridad el certificado de nacimiento de Granada, tenemos lagunas de lo que es la historia de Granada.



Desde mi punto de vista, no creo en la historia que conocemos de Granada, me parece muy fútil, no abarca todo el verdadero y caótico proceso de la creación de un pueblo, y el nacimiento de uno no es cuando lo bautizan . En especial un pueblo nace cuando ya hay una sociedad consolidada, donde hay discusiones de intereses y cuando se unen para un bien común, mejor dicho, un pueblo nace cuando ya se conoce la diversidad que existe en sus entrañas.



Por eso se necesita con urgencia rescribir la historia de Granada, no cambiarla, pero si modificar ese sedentarismo investigativo que tenemos de nuestra vida como pueblo.



Mi historia de Granada empieza así:



En una época remota, donde apenas la cronología estaba a disposición del rey de España y del nuevo Mundo, y del Santo Papa, una época donde la historia nos dice que era la primera década del siglo XIX, estaba un terreno en el oriente del Estado soberano de Antioquia habitado por unos ilustres campesinos con sed de emancipación política y de soberanía territorial. Un terreno lleno de espacios escarpados, vericuetos desnudos por las tierras y la lluvia concurrente en un clima frío; allí en el oriente, justo donde nace el sol en el horizonte, esta la cuna y el nacimiento de un mundo que todavía no ha sido descubierto del todo, Granada Antioquia, Capital del Mundo, al menos para mis paisanos y para los que han pasado por ahí y se han dejado seducir por el clima de paz y de fraternidad que se respira por allá.



Era un tal Don Jorge Ramón de Posada, cura de San José de Marinilla, que la jurisdicción de él pasaba por esos terrenos, donde unas familias intentaban sobrevivir conforme la naturaleza les colaboraba, antes de que se celebrara la primera misa, por allá entrada la década, como en 1807 que la celebró este mismo Señor cura. Un señor llamado Juan de Dios Gómez hacía ya rato que estaba intentado hacer gestiones para poder contemplar la posibilidad que ese terreno escarbado, un caserío, sea visto con ojos más consecuentes por medio de las autoridades territoriales para que tenga más autoridad administrativa, o sea para que ese manojo de ranchos y tugurios al menos sea llamado curato, pero el dueño de eso decía que no valía la pena, que era una vereda de viejitos, que ni capilla decente tenían. Pero no, este Juan de Dios insistió tanto, que los poquitos personajes que habitaban este espacio construyeron una capillita en honor creo que era a Santa Bárbara de Lariza, porque había ayudado a un compadre de él llamado Antonio Agudelo a tener un buen morir, porque se había enfermado en un viaje que él había hecho al Magdalena. Entonces intentó hacer un censo para que fueran desmentidas las palabras del señor cura, y así fue, hicieron una contabilidad de las personas que estaban ahí, y en total contaron más de 100 incluyendo hijos, esclavos y sirvientes, porque eran importantes los que hospedaban ese territorio que hasta súbditos tenían. Pero nada que salía ese cuento, nada que daban la estocada final desde la capital política de ese entonces, que no era Bogotá, ni Medellín, por ahí leí que era dizque de Madrid, desde el mismo escritorio del Rey Carlos. Ya habían pasado más de 7 años desde entonces, o sea eran más o menos 1814 cuando por fin apareció el decreto real, Vahos fue consagrado curato, mandaron a un curita para que les celebrara misa diaria, y llegó el Presbítero Francisco Javier Gómez.



Historia oficial de Granda.

El territorio del oriente antioqueño, donde hoy está localizada Granada, fue descubierto durante el período de la conquista entre 1540 y 1560. El primero en llegar allí, fue Francisco Núñez Pedrozo; posteriormente arribaron Fernando de Loyola, Diego de Carvajal y Francisco Martínez de Ospina; creándose entre ellos disputas por el territorio recién incorporado a los dominios de la corona española. Elemento común en la conquista, peleas por territorios, por poder latifundista, pero la historia es posterior a la conquista, pero mencionarla desde la prehistoria es difícil pero ideal...



Granada fue fundada en territorio de la jurisdicción de Marinilla, de propiedad de Don Diego Muñoz de Bonilla y su esposa María de Alarcón, los que luego por herencia quedaron en poder de Doña Sabina Muñoz de Bonilla. Hacia 1790 tenía un alcalde pedáneo (autoridad de un pequeño núcleo de población, pedanía, dependiente de otro municipio o cabildo), dependiente del cabildo de Marinilla. Ya tenía una autoridad, no autónoma pero ya existían personas que intentaban hacer sociedad



En los albores del siglo XIX, vecinos de Marinilla y El Santuario, viajaron a la zona de Vahos, hoy Granada, para establecer dehesas de ganado agrupándose cerca al río San Matías. En noviembre de 1804 el Señor Juan de Dios Gómez Castro, pidió autorización a Don Víctor de Salcedo, gobernador de la provincia, para construir una capilla en el paraje Las Vegas en una hacienda de su propiedad, cerca al riachuelo de Santa Bárbara, autorización que fue concedida por el gobernador Antonio Viana, por decreto del 20 de febrero de 1805, con licencia del Obispo de Popayán, Doctor Salvador Jiménez. Dos años más tarde la obra casi concluida fue bendecida por el Señor Cura Párroco de San José de Marinilla, Jorge Ramón de Posada, el 31 de enero de 1807. Es decir que antes de la fecha que se pregona como la fecha de fundación de Granda ya estaba constituido un verdadero contraste de intereses. Hay que averiguar minuciosamente este hecho, que es importante para poder consolidarse como una historia. Creo que antes del siglo XIX a finales del siglo XVIII ya estaba el pueblo constituido. Y no era solo un paraje de piara de animales bovinos de la zona



En 1814 los colonos, residentes en el paraje de Las Vegas, decidieron trasladar la capilla de dicho sitio, hacia el lugar que hoy ocupa, denominado Vahos, que era propiedad de José Salvador de la Serna, quien fue designado juez poblador. El nuevo caserío tomó el nombre de Santa Bárbara de Lariza hasta 1903 cuando fue reconocida como Granada, por medio de la ordenanza expedida por la Asamblea Legislativa de Antioquia. Un cambio urbano imperante que apenas quedó como una fecha, es irónico que de parte de ahí se consolidó la verdadera ralea de hijos del pueblo, desde esas fechas. Y a principios del siglo XX se estaba proclamando una expansión de Granada. Hay que ver hasta donde pedían los señores que hicieron los tramites el paraje Geográfico del pueblo, debe estar en algún lado, todo el decreto legislativo por el cual se consolida a Granada como tal.



El cargo del primer alcalde lo desempeñó Don Juan de Dios Gómez Castro.



En 1812 se decretó la creación de la parroquia que agrupara a los 834 habitantes, pero por las guerras de independencia, esto no fue posible hasta 1818. El Doctor Jorge Ramón de Posada, fue el coadjutor de esa nueva parroquia hasta el nombramiento del presbítero Francisco Javier Gómez.



Granada estuvo hasta mediados del siglo XIX bajo la tutela administrativa y eclesiástica de Marinilla; pero con las guerras civiles y los cambios políticos, las divisiones político - administrativas variaron constantemente. Esto es importante recalcarlo, Granada todavía no tenía una autonomía coherente. Hay que ver lo que se está buscando, si la fundación del pueblo como tal, o la consagración real y legal del pueblo



En 1967 el corregimiento de Santa Ana se erigió como parroquia, siendo su primer Párroco el Presbítero Rodolfo Salazar Z.



Esta es la historia encontrada en la Internet, ciertamente me parece muy parsimoniosa, pues muestra trivialmente lo que es de importancia sublime de la estabilidad de nuestra historia. Se puede interpretar de varias formas, se puede modificar según los lapos de tiempo desconocidos que se encuentran ahí.



Para evitar malentendidos y una destrucción evidente de nuestra historia considero que recuperar parte de esta, inducir a una investigación seria.



Concretar la historia de Granada, tiene ciertas brechas. La primera: la religión es la que ha generado la historia de Granada, que a convertido conceptos trascendentes de la antropológica a elementos superficiales de la historia, como la misma diversidad, la densidad y la demografía que había épocas pasadas en el pueblo. Segundo: el supuesto en el que manejamos la historia de Granada, no considero con suficiente profundidad el hecho teórico que tenemos como la epopeya del pueblo. Tercero: la veracidad o la misma manipulación que pudo tener la evolución social del pueblo. Los emblemas, los actos y los personajes son utilizados como antagonistas de la realidad que se tuvo en el ciclo circunstancial de nuestra historia. Cuarto: Creo que la coyuntura política que había en la época es supremamente importante, en especial en el oriente Antioqueño, y Granada tiene una participación superflua en este y el papel del pueblo ha sido muy limitado.

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